El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el trastorno oposicionista desafiante (TOD) son diagnósticos que pululan en las poblaciones infantiles y adolescentes de nuestra época. Diagnosticar es una acción que el profesional en salud realiza para determinar si ciertos signos que presenta una persona responden a un cuadro psicopatológico, y, particularmente, los profesionales de salud mental se encargan de encuadrar comportamientos desviados de la norma en cuadros patológicos mentales, casi siempre desde un lente deficitario. Sin embargo, un diagnóstico de salud mental no está reducido a esto, pues es principalmente un mapeo de aquellos signos significativos que ayudarán a hacer intervenciones mejor localizadas en aquellos sujetos que sufren y no logran estar en sociedad de manera pacífica. En la infancia se debería tener especial cuidado con los diagnósticos que se otorgan, pues se trata de un sujeto que ha comenzado su proceso de constitución subjetiva, y siempre existe la posibilidad de que el diagnóstico no sea definitivo, especialmente en trastornos como TDAH y TOD que muestran signos en escenarios tan particulares como lo son la escuela y la familia, y que responden tanto a un déficit en el niño o adolescente como al momento histórico donde se desarrolla.
Melazzini (2023) esboza algo de esto en relación a los diagnósticos de TDAH y TOD, trastornos que comparten síntomas relacionados con la impulsividad, baja tolerancia a la frustración, dificultades con la autoridad y en las relaciones, que, si bien nos hablan de una posición subjetiva del niño y su lugar en el mundo, también hace lugar para preguntarnos por los contextos en que se constituyen estas infancias, haciendo especial hincapié en el creciente rol de la tecnología
¿Cuánto tiempo pasa un niñx frente a una pantalla? ¿Qué efectos produce esto en su subjetividad, en su pensamiento, en la expresión de su impulsividad , en sus emociones , en su lenguaje, en su relación con otros, en la relación con el tiempo, en su capacidad de espera y su tolerancia a la frustración, en su sentimiento de omnipotencia, en la idea de límite, en la noción de finitud y de muerte, en las expresiones de violencia, en la constitución de un lenguaje que muchas veces incluye palabras que no pertenecen a la lengua materna, en su capacidad de atención y de concentración, en el desarrollo de pensamiento conectivo y multitasking? (p. 216).
La reflexión hacia la que nos direcciona esta pregunta es una que va en vía de cuestionar qué de estos diagnósticos corresponde a una dificultad singular y real del niño, y cuál es la función de un diagnóstico que señala una sintomatología tan común en el contexto en que los niños y adolescente se hacen sujetos hoy. El psicoanálisis es crítico de los usos diagnósticos. Desde esta postura teórica podemos preguntarnos también cual es la ambición de las instituciones educativas al exigir a padres de familia y niños, niñas y adolescente, empezar un proceso diagnóstico, especialmente cuando estos, en gran parte, se ven reducidos a una “categorización sintomática que busca la tipificación y homogenización del estudiante y poco ayuda a pensar opciones terapéuticas, fuera del tratamiento farmacológico como alternativa principal, que favorezcan los procesos de enseñanza y aprendizaje en sus distintos contextos educativos” (Bonilla, 2019, p. 6).
Sea que el diagnóstico tiene unas finalidades particulares a nivel institucional, o se reconozcan estos síntomas por aspirar a un movimiento subjetivo en el niño o adolescente que los presenta, hacer una lectura diferente de estos signos es una tarea que desde un lente psicoanalítico se puede llevar a cabo, pues “brinda la posibilidad de comprender los procesos afectivos y cognitivos más allá de sus dimensiones conscientes y relacionarlos con otros factores inconscientes y biográficos” (Bonilla, 2019, p. 3), permitiendo una lectura que vela por el sujeto que nos hace pregunta y no solo por los intereses institucional y educativos que convocan la mayoría de los procesos diagnósticos en la infancia.
REFERENCIAS
Bonilla Vargas, M.E. (2019). TDAH: DEL DIAGNÓSTICO DSM AL ENFOQUE PSICOANALÍTICO. Universidad de Antioquia.
Melazzini, M.M. (2023). Pensando el diagnóstico en el psicoanálisis de niñxs. Controversias en Psicoanálisis de Niños y Adolescentes,(32), 211-221.